La historia de Jaime Ferreira, profesor universitario alcohólico y atormentado, que un día se enfrenta a su mayor sueño y su peor pesadilla: encontrar el inspector PIDE que, durante la dictadura de Salazar, detenido, torturado y asesinado Marcelino , uno de sus compañeros. Se trata de un juicio en el que su hija abogado defensor de Catalina, Jaime reconoce que el hombre acusado que en los últimos años ha perseguido sus memorias. Frente a este hecho inesperado e inquietante, compartir su descubrimiento con Joan, hija de Marcelino, con quien tiene una relación un tanto tumultuosa, y dos amigos de la lucha antifascista de los tiempos, Michael y Henry. Ante la insistencia de los secuestrados, que niega siempre ser quien ellos piensan, Jaime y Miguel están aumentando la intensidad de los medios que utilizan para extraer la información que desean. La intimidación y presión psicológica pasan casi sin darse cuenta, a la violencia física, cruzar la barrera que separa la tortura a los torturadores. Poco a poco se difuminan los límites entre la justicia y la venganza, los ideales y el ojo ojo por, bien y mal, un crescendo de tensión que se pone a prueba las amistades, relaciones y lealtades.
La historia de Jaime Ferreira, profesor universitario alcohólico y atormentado, que un día se enfrenta a su mayor sueño y su peor pesadilla: encontrar el inspector PIDE que, durante la dictadura de Salazar, detenido, torturado y asesinado Marcelino , uno de sus compañeros. Se trata de un juicio en el que su hija abogado defensor de Catalina, Jaime reconoce que el hombre acusado que en los últimos años ha perseguido sus memorias. Frente a este hecho inesperado e inquietante, compartir su descubrimiento con Joan, hija de Marcelino, con quien tiene una relación un tanto tumultuosa, y dos amigos de la lucha antifascista de los tiempos, Michael y Henry. Ante la insistencia de los secuestrados, que niega siempre ser quien ellos piensan, Jaime y Miguel están aumentando la intensidad de los medios que utilizan para extraer la información que desean. La intimidación y presión psicológica pasan casi sin darse cuenta, a la violencia física, cruzar la barrera que separa la tortura a los torturadores. Poco a poco se difuminan los límites entre la justicia y la venganza, los ideales y el ojo ojo por, bien y mal, un crescendo de tensión que se pone a prueba las amistades, relaciones y lealtades.
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