En Whiplash, un joven y ambicioso baterista de jazz quiere triunfar en un elitista Conservatorio, pero debe enfrentarse a un profesor conocido tanto por su talento como por sus rigurosos métodos de enseñanza. En este filme devocionado al jazz y al big band toda la música es original (de Justin Hurwitz) y de aplicación diegética, salvo en créditos finales. La música no forma parte del drama ni de la narración, como sí ocurría en Grand Piano (13), filme también devocionado a la música y de aplicación diegética (salvo en créditos iniciales) pero que sí establecía una sinergia con la narración del filme. Aquí la música juega un rol realista, es la que tocan o escuchan los personajes y por supuesto la que genera la reacción de los personajes. Con música adicional de Tim Simonec, es un conjunto de temas jazz y big band deliciosos.
En Whiplash, un joven y ambicioso baterista de jazz quiere triunfar en un elitista Conservatorio, pero debe enfrentarse a un profesor conocido tanto por su talento como por sus rigurosos métodos de enseñanza. En este filme devocionado al jazz y al big band toda la música es original (de Justin Hurwitz) y de aplicación diegética, salvo en créditos finales. La música no forma parte del drama ni de la narración, como sí ocurría en Grand Piano (13), filme también devocionado a la música y de aplicación diegética (salvo en créditos iniciales) pero que sí establecía una sinergia con la narración del filme. Aquí la música juega un rol realista, es la que tocan o escuchan los personajes y por supuesto la que genera la reacción de los personajes. Con música adicional de Tim Simonec, es un conjunto de temas jazz y big band deliciosos.
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